El mejor viaje del día

Hace algo más de un año nos pusieron el Metro en San Fernando, tres paradas que nos comunicaban aun más con la capital y que estaban predestinadas a facilitar los viajes de la gente para ir a trabajar o cualquier cosa que quisieran hacer fuera de Sanfer. Muchos creyeron en ese momento que los autobuses bajarían mucho su demanda y que habría bastantes menos circulando, que la gente preferiría la nueva forma de traslado y que el 281 se iría a la mierda y no volvería a significar lo mismo para los sanfernandinos. Claro, es que antes los autobuses tenían formado todo el monopolio aquí, ahora les había salido la competencia.

Debía de tener unos siete años cuando fue la primera vez que me acuerdo de montar él, iba con mi abuelo no se donde y cuando nos tocaba bajarnos yo quería seguir dentro... el desenlace fue que mi abuelo me pegó un par de buenos azotes y yo bajé llorando desconsoladamente del vehículo que tanto iba a utilizar años después. A partir de ahí se fueron formando los grandes sentimientos que ahora siento por el 81.

Vale que no es demasiado puntual, es más, pasa a las horas que le sale de las pelotas al conductor sin respetar nada los horarios que te vienen especificados en las paradas. Pero y qué? Pasa, que es lo que cuenta, y siempre te lleva al sitio que tú deseas aislándote del calor/frío/lluvia o lo que sea que pueda haber fuera. Muchos sitios de San Fernando que ves no tendrías conocimiento de que existen de no ser porque el 81 pasa por ellos, muchas de las siestas más placenteras que te has echado han sido mientras ibas dentro de él, muchas buenas canciones que has escuchado lo has hecho mientras ibas por la A-2, muchos libros que has leído han sido mientras los espectaculares amortiguadores (intentaba ser sarcástico) impedían que los baches no movieran todo el autobús y te desconcentraran a cada momento y, sobre todo, muchas risas y buenas conversaciones han surgido y transcurrido mientras va montando y saliendo gente.

Yo cojo el 81 una media de dos veces al día (por la mañana y por la noche) y, sin dudarlo, la que más me gusta es la de por la noche. Por qué? No lo se, quizá porque veo que me sigue esperando aun cuando ya el día esta acabado. El caso es que es de las cosas que me consiguen arrancar dos sonrisas cada día y que me ilusionan ver acercarse desde lejos...

A donde tú quieras.