Juego de brazos

Hoy ganas y besas el cielo, mañana pierdes y muerdes el suelo.

Esa es la tónica habitual en la vida de cada persona. Es extraño ya que, muchas veces, tu derrota conlleva a la victoria de otra persona y tu victoria, a la derrota de una tercera, cuarta o muchas más personas.

Odio a la gente conformista, no porque sea una mala forma de ser, también odio a la gente ambiciosa, acaparadora, posesiva... que quiere toda la victoria para él. Pero esta bien ser progresista, sabes que todo el mundo a tu alrededor avanza y, los que no lo hacen, ves como se pierden y caen estrepitósamente por el camino marcado hacia lo bueno, o mejor dicho, lo que nosotros entendemos por bueno.

No sabemos lo que nos vamos a encontrar cuando se acabe esta vida, que puede ser la única, así que tampoco sabemos si lo que hacemos bien en esta va a tener sus consecuencias positivas en la siguiente, negativas o, simplemente, si no va a tener consecuencias. Bah! Ni siquiera sabemos si va a tener consecuencias buenas en esta. Un asesino puede vivir hasta los 80 años, y tú que eres una persona honrada y noble puedes morir esta misma noche de un atragantamiento en la cena. Injusto? Ya lo creo.

Por eso mismo hay que decir que no existe ningún camino marcado para toda la gente en común, sino que cada uno tiene el suyo y que es muy poco problable que sea el mismo.

En realidad todos competimos contra todos. En los negocios, en las rebajas, en las oposiciones... hasta en los partidos de baloncesto, que el contrario la cague y pierda el balón siempre va a ser bueno para nosotros.

Por esto mismo hay que seguir avanzando. Caminando sin perder nunca el juego de brazos.